"Madonna, a la niña causante de esta muestra.
A lo largo de la historia del arte, uno de los géneros sublimes de la religión cristiana es el de la madonna y su niño. En estas obras que vemos hoy, la madonna no sólo es el objeto de representación sino también el autor. Desde este punto de vista somos testigos de una interesante rotación, el niño o la niña desaparece de la escena y el foco se dirige al cuerpo de la madonna. Estamos frente a autorretratos de una madre, el acontecimiento de la maternidad viaja en el tiempo y se nos hace visible hoy desde la mirada de una mujer que fue madre. Junto a la imagen sublime de la maternidad, todos los estados emocionales paradojales del siglo XX se hacen carne digital. Metamorfosis sublime y extraña, el embarazo construye su laberinto de imágenes corporales para la mujer, que van desde el máximo deseo y la suavidad gatuna hasta el peso exhuberante del sumo. Como un diamante los reflejos narcisistas estallan y brillan apareciendo siempre el rostro de la autora dibujado en cada personaje o en estado de metamorfosis. Si seguimos atentamente estas imágenes cruzamos todos los estados emocionales desde la comedia a la tragedia, pero estas miniaturas pueden desde un extraño humor rescatarnos de los fantasmas más temidos sobre el cuerpo que puedan llegar a aparecer. Mujer y madonna, Marula retrata la maternidad, una maternidad vital y contemporánea con sus sueños y fantasmas, con las ilusiones, los miedos y los deseos. Todos estos estados son tiernamente tragicómicos, como ser padres por primera vez."
Fabiana Barreda